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ROJA

 

En la calle de Montmartre, una nube de humo azoraba como todas las noches. Las 37 prostitutas que vivian en la casa de Madamme Bonaire, fumaban sin cesar esperando un nuevo cliente para llegar a la cuota semanal y así garantizar comida y al que llamaban hogar. Sophia, como todas ellas, estaba recargada sobre el muro con un Marlboro en la boca,  su característico cabello hasta el ombligo de un color rojo vibrante la hacía destacar entre las demás, es por esto que se hacía llamar Roja.

Cuando vieron llegar el clásico Mustang negro, del cliente estrella de Roja, todas voltearon la vista. Ellas sabían de las exorbitantes propinas que solía darle a Roja por el excelente servicio que brindaba. Nadie conocía al dueño de este coche pero todos lo llaman Lobo por el característico sticker que llevaba el vidrio trasero.

Roja se subió al coche y emprendieron la marcha.

Llegaron al hotel

Y se repite el consabido diálogo.

- ¡Qué ojos más grandes tienes! —dice el Lobo, que a duras penas se contiene.

- Pero, ¿eso no tenía que decirlo yo? —protesta Caperucita; pero no quiere que el asunto se estropee y prosigue el juego-- Bueno, da igual. Son para verte mejor.

- ¡Y qué boca más roja tienes! —se frota Lobo las zarpas.

Lobo se abalanzó sobre Roja, arrancó sus ropas y comenzó con lo suyo.

Cuando terminaron Roja se vistió

Lobo saco un whisky  y la comenzó a observar..

- Tengo una propuesta para ti, Roja

- ¿Involucra dinero?-dijo ella.

- Muchisimo, si haces bien el trabajo.

 

Lobo le conto cuál era su papel en el trabajo.

Al otro día Roja, no estaba en el lugar de siempre con su Marlboro en la boca. Se encontraba en el aeropuerto, vestida como nadie se lo imaginaria con un bolso de 2 millones de dólares en un brazo.

- Señorita Fox, pase usted- le dijo el aeromozo.

- Muchas gracias- dijo ella con un tono de voz jamás escuchado en el barrio de Montmartre.

 

Subió al avión y se sentó en el jet privado, todo sucedió de acuerdo al plan, ya no se sentía nerviosa.

La noche anterior Lobo le había explicado lo que significaba ser una mula, que debía hacer, como debía actuar y que Roja había aceptado ser por la cantidad de 1 millon de dólares, a pesar de todas las dudas que tenía.

Roja subió al avión y cerró sus ojos.

- Ya llegamos, señorita Fox.

- Muchas gracias dijo ella.

De pronto comenzó a escuchar sirenas muy cerca de ella

Trató de correr pero estaba rodeada, comenzó a recordar todas las malas decisiones de su vida.

Entro un detective al avión.

- Soy el detective Leñador. Usted está arrestada por tráfico de drogas.

- NOOOOOO-Roja, empezó a llorar.

Ya en la oficina de investigaciones, Roja explicó cómo se encontraba en vuelta en esta situación                y decidieron que ellos solo la dejarían libre si los ayudaba a capturar a Lobo.

Roja grabó durante semanas a Lobo y un día con las pruebas suficientes decidieron actuar.

Vestidas de abuelitas, los policías vigilaban a Lobo y cuidaban a Roja mientras ella hacía el movimiento que les indicaba cuando debían actuar.

Ella lo hizo y Lobo fue arrestado, luego de estar involucrado en el narcotráfico durante muchos años.

Roja aprendió que no debía involucrarse en los asuntos de sus clientes sino a lo que ella conocía, por lo que regresó con Madamme Bonaire y a las andanzas. 

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